El trabajo en verano...
Parece que en verano, se trabaja de forma un poco más relajada. Pero un gran inconveniente es el calor que soportamos en nuestro puesto de trabajo, y que afecta de forma negativa a nuestro rendimiento laboral. Esto se llama estrés térmico.
Este es un malestar producido cuando permanecemos en un ambiente excesivamente caluroso y nuestro organismo realiza grandes esfuerzos por mantener la temperatura interna en 37ºC.
Cuando trabajamos bajo el estrés térmico, nuestro cuerpo se altera y aumenta la probabilidad de que se produzca un accidente de trabajo, aparte de agravar dolencias previas y producir enfermedades relacionas con el calor: agotamiento, calambres, deshidratación, hasta llegar a la pérdida de conocimiento. En España, es evidente que los casos de ansiedad y estrés por culpa del calor son bastantes habituales.
Hay que intentar cuidar la aclimatación, la ventilación y la temperatura del espacio de trabajo, adaptar el ritmo y el horario de trabajo a esta época, hacer pausas cuando los trabajos necesiten mucha actividad física…
La legislación vigente obliga a una temperatura de 26º para los lugares de trabajo y espacios públicos.
Fuente:pymesyautonomos.com